Los Ministros de Enfermos llevan la comunión a los católicos de nuestra comunidad que están demasiado enfermos o no pueden asistir a Misa. Comparten su fe, compasión y el apoyo de la comunidad parroquial con aquellos de nuestra parroquia que están enfermos.
El llamado a ministrar a los enfermos fluye de nuestro Bautismo. La presencia cristiana es el regalo que llevamos a los enfermos. La confidencialidad, el respeto por el paciente y la aceptación de él por quién y dónde está, son los dones inherentes a esta presencia.
Requisitos:
Para obtener más información sobre cómo convertirse en Ministro de los Enfermos, descargue el formulario de información haciendo clic aquí. Llénelo y devuélvalo a la oficina parroquial.